Dentro de los documentos que se necesitan para poder vender o alquilar un inmueble en Cataluña encontramos la cédula de habitabilidad.
Se trata de un documento administrativo, que acredita que una vivienda reúne todos los requisitos básicos para poder ser habitada. Además, es un documento imprescindible para poder contratar todos los servicios y los suministros.
Los requisitos para poder obtener la cédula de habitabilidad dependen de cada comunidad autónoma, y de hecho, hay comunidades autónomas en las que no es necesario presentar este documento, aunque se exigen otra serie de acreditaciones con los mismos fines, es decir, certificar la legalidad de una vivienda para que pueda ser habitada.
Existen tres tipos de cédula de habitabilidad:
- Cédula de habitabilidad de primera ocupación que entrega el Ayuntamiento al promotor.
- Cédula habitabilidad de primera ocupación por rehabilitación, que se entregan a los inmuebles rehabilitados o a los que se le han hecho grandes reformas.
- Cédula de habitabilidad de segunda ocupación para las viviendas que ya están y que hayan sido habitadas anteriormente.
El tiempo de vigencia en una cédula de habitabilidad suele ser por lo general de 15 años, aunque también depende de cada comunidad autónoma.
Para poder obtener una cédula de habitabilidad tenemos que acudir a un arquitecto o aparejador que esté colegiado, que realizará una visita en el inmueble comprobando que la vivienda reúne los requisitos y condiciones que se exigen por la comunidad autónoma. Una vez realizada la inspección, emitirá un certificado que obtendrá el visado del Colegio de Arquitectos y se presentará a la autoridad competente, que se encargará de expedir la cédula de habitabilidad. Es importante conocer que este trámite puede tardar hasta 3 meses.
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